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Historia

Albox, un municipio de 12.000 habitantes situado en la parte nororiental de la comarca del Valle del Almanzora, a 130 km de su capital Almería. Ubicado en la zona norte de la provincia de Almería, en el centro de la cuenca del río Almanzora, encajado entre las empinadas sierras de las Estancias y los Filabres. Tiene un término municipal de 165 kilómetros cuadrados. Su demarcación limita con las de Arboleas, Cantoria, Partaloa, Oria y El Taberno. Por razones de tipo histórico, lingüístico, etnográfico y climático, esta comarca aparece como una importante zona de transición entre las comunidades andaluza y murciana.

El núcleo urbano de Albox está compuesto por tres barrios, el Barrio Alto el más antiguo de la localidad desde donde empezó a crecer Albox, el Pueblo y la Loma divididos estos por la rambla. Los tres unidos configuran una villa cuyas calles y edificaciones demuestran el pragmatismo, tan comercial, de sus gentes. De ahí la estructura de ciudad de muchos rincones y comercios. Además de estos tres barrios el municipio está compuesto por numerosas pedanías como: el Saliente, las Pocicas, Llano de los Olleres, Llano del Espino, Llano de las Ánimas, Locaiba, el Madroño, los Marcelinos, Rambla de la Higuera, los Navarretes, los Galeras, San Roque, Aljambra…

Su historia se remonta a la invasión árabe de la península ibérica. Su nombre significa “El Bosque” en árabe. Siendo un pueblo de paso de distintas culturas, y predominado por guerras y graves catástrofes naturales.

Los orígenes de esta zona se remontan al Neolítico. La fundación del pueblo, sin embargo, se debe a los árabes. Las fortalezas de Albox junto con Oria, Cantoria, Purchena y Serón formaban una segunda línea fronteriza entre los reinos de Granada y Murcia. A partir del siglo XII perteneció al reino de Granada.


 

En siglo XIV era el castillo situado en el Cerro Castillo el que dominaba y controlaba todo el territorio. Siendo el punto estratégico donde los moriscos vigilaban cualquier movimiento por esta zona. Quedando este siglo marcado por las continuas guerras entre los cristianos y moriscos, concretamente en el año 1330, las tropas castellanas y aragonesas, que se habían unido en la lucha contra los moros, formando un ejército de 2.700 hombres arrasaron con todo lo que encontraron a su paso, en pleno proceso de Reconquista, aunque no se hicieron con el Reino de Granada.

En el siglo XV siguen destacando las continuas guerras por dominar estas tierras ya inmersas en plena reconquista por los Reyes Católicos. Durante este siglo concretamente, el día 17 de agosto de 1436, el castillo ya no presentó tal defensa Albox fue arrebatada a los árabes por las tropas del Adelantado Mayor de la Corona de Castilla, Alonso Yáñez Fajardo. En 1439 la población se incorpora al adelantamiento murciano junto con Cantoria, Zurgena y Albanchez, que no fue recuperado por los musulmanes hasta el año 1445 en que volvió al dominio de Muhammad X.
Siendo a finales de siglo, concretamente en año 1488 cuando se entregó definitivamente a los Reyes Católicos en Vera. El 20 de junio de 1492 esta villa, junto con Arboleas, Benitagla y Albanchez fueron entregadas al Duque de Nájera que posteriormente en abril de 1499, las vendería a Don Juan Chacón quedando integrada en el marquesado de los Vélez.

El siglo XVI siguen destacando los pillajes, saqueos, bandidos etc. Donde convivieron cristianos viejos y nuevos mudéjares, hasta producirse la expulsión definitiva de los moriscos, siendo repoblada con gentes cristianas traídas de la Castilla Manchega y del Levante Valenciano, etc, situando a Albox con alrededor de 100 habitantes en esa época.

Este siglo queda señalado por uno de los desastres naturales que han marcado esta zona, un devastador terremoto, aproximadamente en el año 1518, sin duda el más terrible del municipio, que acabo destruyendo gran parte de la ciudad así como la fortaleza situada en el Cerro Castillo, por escritos se puede conocer el pánico de un pueblo que abandona sus casas semiderruidas por el terremoto para dormir a cielo raso en las orillas de la rambla.
Fue necesario demoler lo que quedo en pie de la fortaleza y con sus piedras reconstruir las viviendas dañadas, dando lugar a casi la desaparición de la fortaleza, y perdiéndose uno de los monumentos históricos del territorio Español, donde hoy se conservan algunos vestigios de lo que fue como los aljibes árabes, muros de piedra, una de la torres de la muralla, partes de estructura de viviendas etc.
Tras la repoblación en este siglo del municipio, Albox se constituye en Concejo Municipal o Ayuntamiento en el año 1563, bajo el mando del que fuera su primer Alcalde, el licenciado Antón de Andrano.
El siglo XVII los cristianos toman posesión definitiva de esta zona quedando marcado por el cambio cultural, consolidando sus posesiones, adaptando las infraestructuras dejadas por los árabes, dando comienzo a un importante crecimiento en esta zona quedando perfectamente consolidada bajo el mandato del Marquesado de los Vélez.

A finales de siglo aparece una de las enfermedades que más daño hizo a los albojenses que es la epidemia de fiebre amarilla cuyo foco inicial brota en Cartagena y se propaga, implacable, segando vidas, a través de todos los pueblos del Levante español dejando a su alrededor víctimas sin parar.

El siglo XVIII dio comienzo crecimiento económico del municipio, donde pasa de ser un núcleo de escasa entidad a una de las poblaciones más dinámicas y activas del Valle del Almanzora y del Marquesado de los Vélez. Esta época de esplendor y crecimiento viene generada por el control los acuíferos en forma de fuentes naturales de agua, desembocando en una agricultura muy importante que pasa de ser de consumo propio a nacer el carácter comercial de los albojenses. Nace la pequeña burguesía rural conllevando una mejora económica en varias familias (Destacando la familia Pio).

Pasando en este siglo de 488 habitantes, a 1886 en 1708 a 2934 en 1752, a 3650 n 1776 un unos 5000 al finalizar el siglo.
En el siglo XIX destaca como el asentamiento y despegue económico definitivo de la población, manteniendo un nivel de riqueza y burguesía importante, donde el carácter comercial aflora de manera imparable con la creación del mercado de ganado que llega a convertirse en uno de los mas importante del Estado Español, y que ha dado lugar a lo que hoy se conoce como la feria de Albox (una de las pocas ferias que no tiene su origen en acontecimiento religiosos.) En la ciudad se crean más de 300 telares, otros tantos alpargateros, crece de gran forma la producción alfarera. Lo que sitúa al municipio como uno de los más dinámicos del país. Otro hecho importante es la aparición del Arriero que aprovechaban ese gran mercado para transportar las mercancías de un lugar a otro , con los carruajes tirados por burros, desembocando en la importante flota de camiones que tiene esta zona, conocida en todo el mundo.

 


Pero el municipio de Albox además de las guerras sufridas y las diferentes catástrofes naturales como las del terremoto de 1518, también sufrió otras ya en el siglo XIX, como la riada del “11 de septiembre de 1891” siendo una de las más devastadoras del municipio y por las que el Conde de Albox, Manuel de Eguilior y Llaguno, destinó esfuerzo y dinero para poder prevenir a la localidad de futuras riadas. Tras estas llegaron las del viernes “19 de octubre de 1973” y gracias a estos muros realizados con las piedras rescatadas del antiguo castillo, no arraso el municipio por completo, puesto que el agua llegó a saltar por encima del más antiguo y el único puente que sobrevivió a este temporal. A pesar de haber aguantado sufrió deterioros debido a las olas producidas de aproximadamente 20 metros de altura. Este hecho dejó a su paso un paisaje extraordinario por la magnitud de la riada llegando a ser declarada como zona catastrófica por el Estado Español y también a suscitar el interés y visita de los Reyes de España para comprobar de primera mano la dimensión del acontecimiento.